La semana pasada acudí a una tertulia literaria sobre aeropuertos. Más bien sobre los aeropuertos en la literatura. Siempre me fascinaron estos espacios. Siempre aprendemos de lo más cercano a lo más lejano. El primer aeropuerto que conocí fue el de mi ciudad. Después vendrían muchos otros pero todos tienen en común que son promesas de un viaje no comenzado o el retorno a una realidad. Son comienzo o fin, nunca destino definitivo. Todos parecidos y diferentes.
Por eso me puse a imaginar sobre ellos. Comencé a extraer datos que puedan explicárnoslos. Lo que encontré es realmente increíble: este año llegaremos a los 5000M de desplazamientos, esto nos da un ratio 158 personas/segundo. Si estuviésemos hablando de viajeros únicos tendríamos que el 70% de la población mundial realizará algún tipo de viaje. Esto ya nos da una idea de la importancia de este sector. Seguí profundizando: el aeropuerto con mayor número de viajeros es el aeropuerto Hartfield-Jackson(Atlanta) con un total de 90M de viajeros anuales (casi 3 veces más pasajeros que Tokio, que con 39M es la ciudad de mayor población del mundo) y una ratio de 17 pasajeros /min. Los aeropuertos son una realidad comprimida, diminutas ciudades temporales de un mundo superpoblado.
La ciudad más grande del planeta, porque no olvidemos que los aeropuertos proporcionan los mismos servicios básicos a los viajeros que cualquier otra ciudad del mundo, no es una ciudad permanente sino transitoria, giratoria que no está en ninguna parte sino en todas que no tiene habitantes sino transeúntes y que no tiene fronteras sino conexiones, que no habla un idioma sino todos y cuyo espacio no es terrestre sino aéreo.
El número de vuelos comerciales en el mundo es de 30.5M lo que nos da un ratio de 1 despegue por segundo. Existen algunas aplicaciones que nos permiten ver el tráfico aéreo en tiempo real (http://www.radarvirtuel.com o https://es.flightaware.com).
Este año 1.138M de personas (1 de cada 7 habitantes del planeta) habrán cruzado una frontera por motivos turísticos. Muchos de ellos habrán elegido el avión. China será el país de procedencia de muchos de estos viajeros 120M de turistas previstos en 2015. Esta cantidad de pasajeros está haciendo que el propio tráfico aéreo se esté reorganizando y haciendo que sentido de los vuelos cambie.
Aún sin ser expertos en el tema es fácil percatarse que tras la acción de tomar un avión hay un proceso muy complejo. Y tiene que ser eficiente ya que digamoslo así es un proceso de esta era, la era gaseosa. Nadie quiere estar en tránsito más tiempo del estrictamente necesario. Pocas cosas son tan molestas como un retraso aéreo o la perdida de una maleta (por cierto se estima que el número de equipajes perdidos será de 25M en todo el planeta). Todo tiene que ser rápido, fácil e hiperconectado. Una maquinaría perfectamente engrasada donde la conexión de todos los suministradores, los datos móviles permita tener optimizar desde el principio hasta su final la experiencia de viajeros.
Aquí es donde llegamos a ver la aplicación de las tecnologías BiG Data. Estas pequeñas ciudades frenéticas tienen unas necesidades de datos inmensas: gestión de reservas aéreas, seguridad, logística, atención al pasajero, limpieza, tramites migratorios. He encontrado algunos ejemplos de cómo están ya aplicándose las tecnologías BIG Data en la gestión aeroportuaria:
- http://nats.aero/blog/2015/01/big-data-and-managing-capacity/
- http://www.alacergroup.com/higher-airport-revenue-with-big-data/
- https://datafloq.com/read/travel-journey-improved-big-data/131
Este es el verdadero carácter de estas ciudades globales: vamos para no estar, para marcharnos, para volver, a despedirnos o a ser despedidos.